Desde hace siglos, las culturas alrededor del mundo han utilizado aceites y mantecas vegetales como pilares de sus rituales de belleza y cuidado personal. En el antiguo Egipto, el aceite de ricino era apreciado por sus propiedades hidratantes y regenerativas, mientras que en África, la manteca de karité se ha utilizado por generaciones para proteger la piel del clima extremo. En Mesoamérica, los mayas y aztecas veneraban la manteca de cacao por su capacidad para nutrir y suavizar la piel, convirtiéndola en un tesoro natural. En la India, el aceite de almendras dulces ha sido un elemento clave en los masajes ayurvédicos.
Hoy, nuestra Mantequilla Corporal es una interpretación moderna y superfuncional de este conocimiento. Combina lo mejor de la naturaleza: la riqueza nutritiva de la manteca de cacao, la suavidad reparadora del karité, la hidratación profunda del aceite de almendras dulces y el poder regenerativo del aceite de ricino.
Además, enriquecida con extractos botánicos y aceites esenciales, esta mantequilla ofrece beneficios a nivel holístico.
¡Haz de cada día un ritual de amor propio con esta deliciosa combinación!